ME_MOR(Í)A

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     foto_Jano Lozano_2010_15M_Madrid

ME_MOR(Í)A

 

Sobre noticias que no eyaculan y verdades que te follan por el culo.

 

Dejo pasar el tiempo, cada vez leo menos los diarios, cada vez veo más programas basura, salto de uno a otro, recomiendo los de la mañana, son increíbles, magnéticos, uno no puede apartar su atención; un delito. No me gusta la ficción, no hay nada más bestia que uno de esos programas o que la teletienda o que el horóscopo, la realidad mitificada. No debemos informarnos tanto, hay que tomar distancia, mirar bajo las alfombras, ahí están los secretos de la realidad. Sólo esperar, luego todo ocurre, todo aflora; es en la poesía donde todo está claro, ahí la realidad y la verdad se cruzan, se tocan; es donde el coraje se muestra, en las ideas.

 

Las palabras de la candidata las olvidamos; aquel otro candidato que no dejaba ni terminar la pregunta, ¿recuerdan?, ahora nos podemos tomar ese tiempo, pero ya no nos apetece. Su técnica, la descubrí pronto, después de votar -tarde- era no dejar hablar, frases constantes, afirmaciones y negaciones, nada a medias, no dejar espacios, atropellar, se atrevía a advertir de un dato falso si la coma no estaba en su lugar, no importaba el fondo del asunto, la idea era no pensar, nosotros, no él; le ha funcionado, eso y el apoyo de toda la prensa mala, es decir, casi toda, le ha funcionado porque alguno cree que ha sido una debacle electoral y no ha sido eso, lo que pasa es que las encuestas se leían a diario, si hubiéramos dejado pasar la urgencia del tiempo, ahora nos sorprenderíamos menos.

Ahora, la realidad sigue su curso, es imparable, una realidad a la que no le importan los apoyos de los media; así es esta vieja zorra, sigue en su esquina, te folla, te cobra y se larga, así es la poesía, si no te duerme te agita. Antes, en las olimpiadas cada uno llevaba su poeta, le hacía una glosa a su victoria, si no era buena, perdía la vida, el poeta.

No hay nada como el tiempo para destrozar un diario, no hay nada como el tiempo para destrozar la velocidad, no hay nada como la física, sólo el tiempo. Éste mata a los diarios, a los programas de radio, la gran ventaja de un diario era contarte las noticias, ahora las noticias no te cuentan, el diario quiere sobrevivir, la noticia no y lo sé porque soy un chapero, soy una puta, soy la realidad y no se me resiste una encuesta, a mí no se me resiste ni una homilía, ni un columnista, soy la más puta de todas.

 

Cuando vuelva a despertar ya nada será del presente, todo estará en el pasado, por ejemplo, ese sueño recurrente en el que vuelo cada día, me pongo a unos 120 grados del suelo. Se lo contaba a cinco borrachos (yo incluido, pues yo me estaba relatando en mi ebriedad) con las puertas del bar cerradas, la cortina tapada, el otro día, a oscuras, el suelo de moqueta que todo lo amortigua, que ablanda las penas, que soporta las rodillas, que absorbe la eyaculación –ahí estaban una actriz preciosa, el camarero que antes era actor porno, un ex-estilista, un ex-escritor, un ex de la familia real, un ex-artista, una probable camello, lo típico en estos lugares y a esa hora, todos ex algo o casi algo, todos nadando- no entendían la paradoja: 120 grados son los ángulos de los cuadrantes en la representación axonométrica –sirven para representar objetos o geometría en proyección a escala, para poder operar– pero elevarme en ese estado no sirve para nada, es un sueño agobiante, me concentro y levito, y cuando me suspendo en el aire siempre intento ir más lejos, pero nada, intento moverme, pero nada, acabo agotado mentalmente, es todo concentración, cada vez que lo pienso me recuerda a la resaca de las elecciones o la de la coca, que son la misma: un tipo asustado lleno de promesas y el deseo del deseo de algo permanente.

 

Un diario es lo contrario de un poema; un diario quiere traer el ayer al hoy, pero un poema espera llevar el ahora al mañana y que aquello sea necesario y auténtico, al poema, la zorra, lo hace, es el aliento vital; el poema es un encuentro, es la primera voz, no se puede relatar, no interesa; una mentira se puede contar, las tuyas incluso enumerar.

Maldigo lo poco que dura una verdad en este país mientras intento asumir que ese partido ha sacado siete millones de votos; maldita la memoria de este país de esclavos que buscan jefes en los corruptos; la poesía aquí sólo tiene un lugar, la inmersión, la desaparición y la retirada; aquí la poesía es el filtro del canuto, es el borrador de Lo Real.

 

Mis textos son para los muertos, no me interesan los vivos, nunca más, mientras las redes pueden esperar, con sus pececitos. Los diarios deberían ser semanarios, los hombres princesas y los secretos no existir. Pero entonces la poesía no sería posible y no tendríamos a quien culpar. La gran ventaja de la poesía frente a los diarios, es que no lucha por un día, lucha por toda tu existencia; mientras el diario te cuenta fantasías, el poema te hace soñar, siempre.

 

¡Viva la poesía, vivan los chaperos!

 

UN VOTO, UN AHORCADO

 

Maurizio Cattelan_ Bidbidobidiboo_ 1996

Maurizio Cattelan_
Bidbidobidiboo_
1996

 

Trato de no olvidar y de que nadie olvide la cuerda tensa del ahorcado, del que no pudo más con su peso y se lo entregó a una cuerda, del que se sube a una silla para estar un poco más alto y tener distancia sobre el mundo antes de saltar, de ese optimista de la razón; del que sube ahí para no volver a pisar el suelo, por desprecio, pienso en su mirada en el infinito y precisa sobre sí mismo; no quiero olvidar el balanceo de su cuerpo, ni la camisa mal abrochada, lo único bien abrochado era la cuerda alrededor de su cuello.

 

Pienso en el acertijo del ahorcado que se sube a un lingote de hielo y deja que se deshiele, por el calor de su cuerpo, por el del ambiente, por un maldito diferencial de temperaturas, siempre gana el deshielo, siempre gana la física; recordaré el día que lo ví, había una ventana detrás, tapada por su carne, el cuerpo daba la espalda a esa ventana, era una metáfora, pero no era por no saltar, quizás estuvo entre sus probabilidades, quizás fantaseó con volar antes de morir, quizás imaginó que podría caer encima de alguien y con ello truncar una vida y su muerte; la del finado colgado es una muerte póstuma, es puro teatro, ¡sin faltar señora, sin faltar!, es necesario un escenario que se ha controlado, es una puesta en valor del espacio y de un protagonismo que el banco le ha rechazado; el suicida de la cuerda es un mago, hace su truco a solas y cuando aparece el público, ¡zas!, él ya no está ahí, sólo su cuerpo, maldito seas.

 

La sintaxis del muerto por ahogamiento es una sintaxis de cómic, de juego de palabras, remite a novelas ajadas, a westerns tópicos; lo que nadie dibuja es ese cuello retorcido, mirando de lado, quince grados de inclinación y parecería vivo, con la lengua fuera, un jodido cómico de lengua morada; ahorcarse no es un hábito, porque no tiene su aborto, encierra su verdad en un acto dibujístico pleno: una recta, un punto y lo demás tirando hacia el suelo; la sintaxis es la que la gravedad obliga, si, por obligación. Algunos eligen ahogarse en un vaso, tirarse al mar, al río, éste ahora cadáver, presunta persona, impone sus condiciones, los cómo y los cuándo, por fin.

 

El natural balanceo de la cuerda, invisible para el ahorcado, el paisaje que se mueve mientras uno muere, todo eso ha existido y nadie lo pudo comprobar; el deseo suele identificarse con objetos, pero las adicciones son deseos y lo son con situaciones, con estados y el estado de este cuerpo es casi perfecto, sólo le falta hablar para explicarnos por qué narices no mató a alguien antes de irse, era una oportunidad única.

 

Los adolescentes se suicidan, por razones menores, se piensa y entonces nos duele más: “sólo era un niño” decimos con cinismo, como si mi ahorcado no contara.

 

 

No hay nada más placentero en un mediocre que afirmarse en soledad, no me entiendan mal, pero he pensado que el día que me diagnostiquen una enfermedad tremenda y rápida, pediré un crédito, lo repartiré, y viviré sin dolor hasta morir, y que el banco se joda, ahí os jodan a todos que hoy no tomo el postre, le decía un soldado al general; pero un minuto antes, bien rociado de gasolina me abrazaré, elegiré bien.

 

Todo viaje y éste es sin vuelta, lo es a otro lugar, es una paradoja; los viajes más intensos siempre son los que recordamos, no los más lejanos, ¿para qué irse a suicidar a Suiza? Joder, con lo que nos hace falta aquí. Si uno sostiene la verdad, puede que sólo le quede el suicidio, entonces ahora te entiendo, pero no me quito la imagen de la cabeza al entrar en aquel lugar, aquello apestaba a muerte. Sospechaba algo, ese puto silencio que no pudo superar Cage, esa luz holandesa, algo había. Tu eres un nómada y has escrito tu mapa, a ti no te van a joder más.

 

Ahora eres una cifra de aquello que no se cuenta, uno más, pero ni uno menos.

 

Dedicado a todos lo que han perdido su casa o su trabajo, a los que se han suicidado, a los que lo vamos a hacer, a los que se quedaron con su dinero, al sistema que tantos no quieren cambiar con su voto, al que no vota, al que vota con miedo, al que se suicida votando, al suicida de sí mismo; dedicado a todos los que dudan y dejan que la gravedad haga el resto. Iros todos a la mierda, no pienso olvidar.

Jano Lozano_2015

DISPARAN A TU RELOJ

 

IMG_1033_RRamón Mateos_Arma_2015_40x70 cms_tubos de hierro de diferentes secciones

 

Leo un artículo con el título: “Para qué sirve el arte”[1] y me saltan las alarmas, por varias razones que trataré de pensar en estas líneas. Voy a intentar dejar al autor en segundo plano, para no hacer de esto algo personal, por más que mi primer impulso fuera ese.

Hace tiempo que hay una ruptura o distancia entre el arte contemporáneo y el público, ahora ésta queda escenificada y expresada de un modo formidable en las páginas de una revista, Yorokobu.

El artículo en cuestión -citas a Theodor Adorno inclasificables y equívocas aparte- pone en cuestión la idea del arte por el arte, tema siempre recurrente entre los descreídos e ignorantes, a los que se da gasolina para que vuelvan a arder de indignación a cada oportunidad posible. El autor se auto inmola al pensar de antemano que su posición es conservadora, pero no, no lo es, eso sería tener una posición; es equivocada.

Todos hablamos desde algún lado, nos posicionamos, hacer útil lo inútil es un posicionamiento y además es político, es económico, es social, es medio ambiental, es casi cualquier sección, de un gobierno, de un periódico, de un medio, de la propia vida.

Se elogia y se establece como paradigma que una artista haga unas zapatillas oxímoron de doble función[2] -como método de defensa de la tesis del artículo- pero más que elogiar, lo pone como ejemplo de cómo debería ser, parece saber cómo debe ser el arte para participar de ese estatus; hace ya mucho que la crítica de arte pasa por malos momentos; en esas líneas se elogia incluso que “esas zapatillas sirven para cruzar la frontera” y sean arte al mismo tiempo. Uno concluye sin mucho esfuerzo que entonces deberíamos pedir al urinario de Marcel Duchamp[3] que no tenga filtraciones, o exigir que con las telas de los cuadros de Jackson Pollock, dado su formidable tamaño[4], podamos construir tiendas de campaña para Unicef y así sucesivamente; aunque, bien es cierto, que el papel de Biblia nos ha sacado de muchos aprietos, no era ese su objetivo.

Desde la sección “Hazlo tú” de la revista, donde se publica este dislate, se defiende como criterio para medir la repercusión de ARCO: “bajar a la calle y preguntar sobre lo que recuerdan de la última edición”, bien, para preguntar por ARCO, lo mejor no es bajar a la calle, hay que subir a los cielos y hablar con Heródoto y comprobar cómo sus historias de la Antigüedad aún brillan en nuestro conocimiento, como semillas, como gemas, sin importar lo que piense el común de la calle, pues dudo mucho que ese común y ese redactor sepan que ARCO es una feria, donde todo se vende y todo se compra; pero también donde uno tiene la oportunidad de ver obras, muchas de calidad, en circunstancias imposible peores. Insisto, una feria, ése es su objetivo y función, no otro.

 

Se cita en defensa de que el arte debe ser útil una frase descontextualizada de Adorno que ataca las líneas de flotación del propio texto, pues este autor citado defiende precisamente la producción de las formas extraestéticas, pero no para referirse a un “todo vale” ni un “todos útiles”.

 

Quien pinta un cuadrado pinta algo que ha creado el hombre, el cuadrado no está en la naturaleza, si es rentable o útil par alguno es otra cosa, pero ahí está observando la vida y observándose a sí mismo como una forma geométrica pura, para quien disponga de la misma.

 

Esas zapatillas regaladas a 500 inmigrantes son un gesto, artístico, quizás, pero también se pueden leer como un acto de caridad, no de justicia y los irregulares quieren justicia, no caridad. En la función del arte, si en esos términos podemos hablar, no se encuentra la de cambiar el mundo.

Aquel famoso vaso de agua[5] de Wilfredo Prieto de ARCO, en contra de lo que defiende el artículo, sirvió para ahogar en la ignorancia a todos los opinadores, sin salir del discurso del arte, porque no, no, el arte no debe ser útil y ni siquiera es necesario que lo entiendas, es quizás hasta bueno que no lo entiendas, pero ese vaso finalmente sirvió en el artículo para que desde el borde del cristal, algunos se precipitaran a su vacío y ahí se ahogaran, sin respiración, en el escaso líquido que ese recipiente austero contenía y que tanto ha conflictuado.

Que parezca un engaño y hasta una agresión un vaso de agua que se propone como arte, nos hace susceptibles, ignorantes del arte contemporáneo, pero nada más, el vaso ni es agresivo ni el autor busca el engaño; el precio lo pone el mercado; otra cosa muy diferente es que nuestros prejuicios más banales aparezcan cuestionados, el conocimiento insuficiente, las capacidades cuestionadas, pero el vaso no, el vaso no hace todo eso, el vaso sólo está, ahí, como contenedor de ideas, sólo ideas, y ese es su poder transformador en todo caso.

 

Ilustro esta entrada con una imagen de la última exposición del artista Ramón Mateos, el arma , que es una replica exacta de los incautados a los mineros en las famosas huelgas; estas tuberías de diferentes diámetros, ahora son bazookas, estos hierros, ahora armas, son arma, pero del arte, lanzan contenidos y posibilidades, no son ingenuas, son potentes y hasta bellas, pero no son útiles según la política del consumo imperante, lo son en todos los demás términos.

 

No caben miles de formas de entender la creación y no todo es válido desde la libertad de expresión; es decir, que se exprese algo no le da validez, que se pueda expresar no lo dota de conocimiento, de saber; la libertad de expresión se limita a dotar de la posibilidad del discurso a quien lo articula, a su difusión, pero no otorga la razón ni el conocimiento, que no va implícito vamos, que no y que no, por más que nos empeñemos en sacar nuestro opinacionismo. Es sólo un modo de trucar la dignidad civil y usarla contra aquello que es monetizable, como causa exagerada en todo caso de su valor, pero que tiene la posibilidad de lo estético, hasta de lo bello.

El sentido común no puede ser el árbitro de lo que es arte o no, ni de lo que posee belleza, pues la belleza no es democrática y la bondad hace ya tiempo que se separo de la ética y ésta de la moral y ésta de la búsqueda de la belleza bajo un paradigma estético. Lo bello, siempre ha sido acosado por lo abyecto, por lo feo, por lo siniestro[6]; decía Rilke que lo bello es el comienzo de lo terrible que todavía podemos soportar. Mientras Schelling, citado por Eugenio Trías sentencia: Lo siniestro (Das Unheimliche) es aquello que, debiendo permanecer oculto, se ha revelado. En ese acoso, lo bello sale reforzado, entonces podemos pensar en límites, en definición, en nitidez de lo difuso, podemos pensar en esos términos.

Por otro lado se toma como posición deductiva en el artículo de lo universal a lo particular, busca la homogeneidad y nada más destructor que hacernos todos iguales, todos ignorantes entonces; esa diferencia es la que se encuentra en la frontera, de eso estamos hablando, de límites y de fronteras.

 

Escribo todo esto cansado, muy cansado de comprobar cómo desde la sociedad, sobre todo la española, se desprecia y vilipendia el acto artístico, sobre todo desde la impunidad que otorga su desconocimiento, donde se confunde el título académico con la experiencia estética. Lo más grave es que bajo esa sonrisa, ese buenrollismo del “esto es mi opinión” se esconde esa agresión colectiva, la de la muchedumbre, la de la masa domesticada, que da voz y crédito a discursos de opinión sin disentir. La mueca del opinador, que se confunde con el fundamento de la razón, es una mueca-gesto, es puro complejo.

 

Defendamos, entonces, lo extraordinario del conocimiento y desenmascaremos a todos los que no los ocultan mientras nos cuentan que lo visibilizan. Luchemos contra todos los que no nos dejan ver ni el bosque, ni el árbol, porque se ponen ellos delante, en un selfie tortuoso que define la banalidad de estos tiempos, figurar aunque sea quemando el bosque, figurar a cualquier precio, aunque sea como pirómano, pero siempre figurar, joder, aparecer, (y al final todo era por estar en la fotito).

No quiero ser pesimista, es más, deseo la organización del pesimismo en todo caso. Como decía Benjamin: “hay que comprender la supervivencia de las imágenes, su inmanencia fundamental: ni su nada, ni su plenitud, ni su fuente anterior a toda memoria, ni su horizonte posterior a toda catástrofe, sino su recurso mismo, su recurso de deseo y de experiencia en el seno mismo de nuestras decisiones más inmediatas, de nuestra vida más cotidiana”

 

Contra la arqueología de la aclamación, levantémonos con la historia de la revolución; contra el ceremonial de la destrucción y de la ocultación, cambiemos la hora, disparemos a nuestros relojes, pongamos la hora a cero y reescribamos la historia de este país de envidiosos, donde ya las luciérnagas, no pueden habitar, por la sobre iluminación de la opinión.

 

¡Salud y Mucho Ojo!

 

 

[1] CARRASCO. Iñaki. 2015. Para qué sirve el arte. Yorokobu. 19 abril 2015(http://www.yorokobu.es/arte/ )

[2] Judy Werthein, zapatillas Brinco, 2005

[3] Marcel Duchamp, artista conocido por su Fuente, obra en la que establece sus ideas en torno al ready made desde la presentación de un urinario.

[4] Pintor expresionista abstracto, neoyorkino conocido por su característica forma de pintar, por salpicadura –dripping- con unos cuadros que podían llegar hasta los de 5 metros longitud.

[5] obra consistente en un vaso de agua medio lleno de ese mismo líquido, presentada en la galería Nogueras Blanchard en el 2015, fechada en 2006 y por un precio de mercado que escandalizó a la prensa conservadora, con ella a sus opinadores.

[6] TRIAS. Eugenio. 2006. Lo bello y lo siniestro. Ariel.

Bajo el Barniz

Fernando Sánchez Castillo_2 de Mayo_2015

obra de Fernando Sánchez Castillo_radiografía con caja de luz del cuadro 2 de Mayo de Goya_2015

Bajo el Barniz

 

Bajo el barniz del cuadro, bajo las capas de pintura del cuadro de Goya El 2 de Mayo o también llamado La Carga de los Mamelucos, están las heridas de guerra de ese cuadro, está su verdad, están las pérdidas y están los hallazgos.

Bajo las capas de la política, con la frente ya oscura, con la mirada vidriosa, nos hacemos preguntas y en ellas están nuestras pérdidas, nuestras heridas, nuestros hallazgos, nuestra corrupción.

Bajo los adoquines, está la playa y detrás de cada partido, un medio de masas; detrás de Rivera además hay un medidor de masas, El Medidor de Masas que ha sido amasado.

Aquí dejamos otra imagen, menos bella, menos luminosa, también bajo la mugre de la pintura y el barniz de los logos de los partidos-marca:

¿Cómo se llama la asesora de Albert Rivera?

Elena Sánchez Álvarez.
¿Como se llama la directora de la empresa Sigma Dos que realiza las encuestas electorales?
Elena Sánchez Álvarez.
¿Cómo se llama la exmujer del secretario de Rodrigo Rato implicada en la Gürtel?
Elena Sánchez Álvarez.

buenas noches

Jano Lozano

Banderas y vientos

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Tanto ondear de banderas impelidas por el furor, la pasión propia de la fe y en la creencia de poseer el monopolio policíaco de la verdad inmóvil, nos está despeinando un poco a todos.

Es por esto que me gustaría recordar las palabras que Ferlosio dejara al entonces presidente de la Comunidad de Madrid, en el otoño del 83 en el diario El País, a proposito de la creación de la bandera de esta Comunidad Autónoma, a modo de norma de protocolo y su himno correspondiente, que en contra del criterio de todo su entorno, aceptara escibir Garcia Calvo para la misma:

«Con el objeto de dar mayor vivacidad y color festivo al fervor ceremonial que siempre debe rodear el merecido culto a la bandera de esta comunidad, la comisión de protocolo de la Autonomía de Madrid se complace, en anunciar al público que, entre las prácticas rituales oficialmente reconocidas y prescritas para mejor honrar y celebrar dicha bandera, queda incluida la de su propia combustión, no teniéndola en adelante por agravio, sino por acendrada expresión del más de voto acatamiento, y con la sola reserva de que la limitación- de las disponibilidades presupuestarías asignadas por la comunidad al capítulo de banderas pudiese eventualmente recomendar alguna siempre momentánea restricción en el legítimo ejercicio de esta específica forma de culto a la bandera consistente en el homenaje incineratorio»

Ahora, donde dice «comunidad» y «Autonomía de Madrid»  léase «nación» y el nombre que el lector prefiera respectivamente.

Realícese este ejercicio cada vez que sienta crecer en su interior ese viento que hace ondear las banderas.

P.S. Por cierto, lo que ha cambiado El País, no?

 

 

amamantados por lobos y robados por pastores

IRISH REPUBLICAN ARMY GIRLS_BELFAST_1972

IRISH REPUBLICAN ARMY GIRLS_BELFAST_1972

Amamantados por lobos y robados por pastores

 

Llevo días pensando en como las cosas son al revés justo de cómo deberían ser, no es algo de días, es de años, pero veo el mundo justo al revés.

 

Antes a los alumnos se les hacía leer: Aldous Huxley, George Orwell o Ray Bradbury; ahora basta con mirar el ABC, El País y El Mundo; ya no hay distopía, hay realidad a borbotones, ¿cómo explicar que el masaje ha ganado al mensaje?

 

La policía debería garantizar la seguridad, alentar a la seguridad y producir esa sensación además de parecerlo, quien viera por televisión a los mineros de Tatcher y estuviera en las manifestaciones del 15M se da cuenta que algo pasa.

 

En las elecciones que se avecinan, cada partido tiene sus medios de masas; hace tiempo los medios vigilaban a los políticos, eso se enseñaba en la Facultad, “vigilar al poder” y una de dos, o el poder lo hemos recuperado por fin, o nos están mintiendo y lo hemos perdido definitivamente.

 

El otro día alguien me dijo que eran malos tiempos para el periodismo, pero no, son malos tiempos para el negocio editorial, para le verdad, para la independencia, todo diferente de lo que nos dijeron.

 

Escucho un programa de radio, afín al 15M en su estructura, financiación, posicionamiento; en este programa he comprobado la crítica feroz a la que Podemos ha sido sometido, es perfecto, así debería ser, entonces no te extrañes si te parece raro.

 

Entro en clase y me encuentro una escena de violencia y amenazas real, toda la clase está paralizada, era un alumno, nadie le paraba, entro y le expulso de clase; la alumna, por recomendación va a la Decana y luego al Vicedecano; me llaman, comprueban los datos y ante mis sorpresa a quien se pone en cuestión es a la alumna a la que se le ha preguntado si tiene alguna relación con el, como si esto alterara los factores, en la negociación se plantea cambiar a la alumna de clase, no al agresor. Me siento drogado.

 

Un jeep da marcha atrás, la conductora habla por su teléfono, atropella a un motorista y alguien empieza a gritar, en medio de la escena, una persona grita: la hija de la conductora grita al motorista, ni el motorista, ni la conductora del jeep, ¿dónde me he perdido?

 

Los microlitos son piedras, muy pequeñas, diminutas, talladas intencionalmente; no son accidentales, ni desechos: los hay abruptos, geométricos; los hay usados como jabalinas; decía Celán que juntos podrían formas cristales y significar diminutas chispas de vida en la torva existencia; así imagino tu voluntad, la mía, la de todos juntos, así quiero imaginar la reunión de esfuerzos, de armas, de conocimientos, de iluminaciones; así acabaremos con lo hosco, lo feo y lo que nos amenaza, juntos.

 

Jano Lozano