COBARDES

foto de JL, obra de jorge garcía, reflejo de obra de fernando castillo

foto de JL, obra de Jorge García, reflejo de obra de Fernando Sánchez  Castillo

“Tomaron a Jesús y se lo llevaron. Y llevando su cruz a cuestas salió para aquel lugar llamado del Cráneo, o el Calvario, que en hebreo se dice Gólgota. Allí le crucificaron” Juan, XIX, 16-18

 

Hay una expresión silenciosa que no es la del silencio, por más que sus mecanismos sean similares; no estoy hablando de John Cage, estoy pensando en todos aquellos que tienen miedo.

Cuando uno está viendo una película se sorprende, y seguramente sea un tema objetivo -plantea algo de intencionalidad- del guión, de los tempos y, por tanto, de las necesidades narrativas, que, cuando alguien pregunta el otro contesta, así sin más. Es sorprendente porque aquí, en este país, hoy, ahora no es así; podrías estar colgado de la soga y aquel negaría sus intenciones ante la evidencia y bajo su capucha de verdugo. Algunos lo llaman las intenciones otras.

 

En dibujo es común trabajar a partir del vacío, de aquello que no está, de aquello no dibujado, de los huecos que se permiten; así ocurre con estos cobardes y desviados.

Nuestro Tímido es uno que habla de ésto y de lo otro. Se siente preocupado, pero que muy preocupado por algunas políticas; pero ignora, por vaciamiento, otros tantos asuntos mucho más cercanos como inconvenientes para con sus objetivos. Esta Persona no vota. Y oculta sus preferencias políticas porque “todos son iguales”, cuando lo único igual a un cobarde es otro cobarde. Son aquellos que se indignan porque un partido político no firme un documento conjunto lleno de intenciones publicitarias, pero no por aquellas firmas que aparecen en los documentos del dinero ilegal y bastardo de un gobierno. También son aquellos bien-pensantes de los que la izquierda va sobrado, que consideran todo mejorable hasta un punto en el que abogan por la inacción y la nada; es decir no hagamos nada, no estamos amedrentados, no, no lo hagamos porque luego será mejorable. Esos también han contribuido con su silencio que gane un partido político lleno de corruptelas conocidas, intuidas, demostradas y no demostradas, pero todas visibles, no a los ojos de nuestros protagonistas; están más empeñados en salvar a unos tipos de un país violento, pero no le preocupan gobiernos teocráticos o primitivos o espantosos desde todo punto de vista. No, ellos trabajan por vaciado, como los escultores, como algunos artistas; hacen aquello sobre lo que tanto se interesó la escultura: experimentos y vaciamientos de las formas. En este caso, las formas políticas y decentes, como los famosos discos duros borrados de aquel otro; pero un disco duro no se borra, se oculta su información bajo otra, se reescribe; ahí está, pero hacemos para no verla, .esa es la técnica, entonces a martillazos. Espantaría al mismísimo Donald Judd.

 

La cabeza, entonces, en el Pusilánime no pasa de ser una hinchazón que alberga masas blandas. El alma la usa para derramar lágrimas, para mostrar sonrojo, quizás ira ante la falta de respuestas, la dilación como mucho. Aristóteles, sin embargo, piensa que la sede del pensamiento está en el corazón, otra vez las emociones, otra vez las lágrimas, otra vez la vanidad, entonces Temeroso también.

 

Nos colonizan el pensamiento, lo hacen con el tiempo y lo hacen constantemente. Hacen que hablemos de una cosa para ocultar la otra, seguimos la última hora como si fuera el último juicio, vamos perdiendo y seguimos permitiendo que nos hagan la agenda, entonces seguiremos claudicando ante las mentiras y ante los cobardes. Esos no se paran ante nada, pues lo importante es lo urgente y lo increíble es mentira, no entienden de metáforas, entienden de olvidos, los más urgentes son aquellos que les señalan; nada, una dictadura, una represión, unos fusilados de nada no cuentan; ahora lo que importa es no actuar por ideología, no actuar con rencor, lo importante es el abrazo colectivo, eso, la amnesia colectiva, sí, pero la impuesta por los ganadores.

 

Lo único de lo que podemos morir ahora, seguro, es de responder con la misma provocación con la que hemos sido traicionados, sería una escalada de cinismo violenta y destructiva.

 

Lo que propongo en definitiva es la Despedida, aprender a despedir al Apocado. Somos nuestra existencia, entonces ¡basta ya de silencios escogidos!, ¡basta ya de olvidos seleccionados! ;hay que arreglar esto, entre todos, seas la gallina o seas la zorra.

 

Besa tu tiempo. Así.